Por qué necesitamos una recesión
Los bancos centrales deben reducir la inflación a cualquier precio
Con la inflación disparada, muchos de nosotros estamos luchando para pagar nuestras facturas, y el único remedio que los bancos centrales pueden ofrecer es aumentar los tipos de interés, aunque es muy probable que desencadene una recesión económica.
Dado que una recesión empobrece a un país y conlleva un aumento del desempleo, ¿cómo puede ser algo bueno?
Veamos por qué los bancos centrales probablemente tengan razón y necesitamos una recesión.
La inflación sigue alta
La inflación mata tanto nuestro poder adquisitivo como nuestros ahorros, y no parece mostrar ningún signo de estar bajando por sí misma.
Si quieres saber más sobre la inflación y cómo afecta a nuestras finanzas échale un vistazo a nuestro articulo:
La inflación se ha disparado en el 2021 debido a las interrupciones en las cadenas de suministro en todo el mundo en combinación con la política de impresión de dinero adoptada por muchos países.
Durante el confinamiento por COVID, por primera vez, el mundo paró voluntariamente la economía por un tiempo considerable. Paramos de fabricar productos, paramos de enviarlos, y paramos de producirlos y consumirlos en general. Cuando el mundo se abrió y la demanda de esos productos que paramos de fabricar volvió a subir, no estaban disponibles (nadie los había producido).
La oferta y la demanda se descuadraron. Los productos que estaban fácilmente disponibles en el mercado antes de la pandemia se volvieron escasos debido a la parada en la producción y envió de esos productos por un periodo considerable. Al haber menos productos disponibles comparado a los niveles prepandemia, la gente ahora debe pagar más por ellos (son más escasos). Esa, junto con todas las políticas de impresión de dinero adoptadas por los gobiernos, es la razón por la que tenemos inflación en todas partes.
Por qué la inflación podría arraigarse
El problema de tener inflación alta no es solo que perjudica la economía y las financias de la población, el problema más grande es que podría incrustarse en la economía. Y eso sería muy malo.
Si no se hace nada para reducir la inflación, los sindicatos exigirán que las empresas aumenten los salarios de los empleados para igualar la inflación, lo cual es bueno. Sin embargo, las empresas entonces aumentarían también los precios de los productos para cubrir esos nuevos costes, lo que haría que los precios siguieran subiendo y los sindicatos reclamaran más aumentos salariales. Este ir y venir haría que la inflación se quedara permanentemente en la economía.
Por tanto, los bancos centrales deben actuar inmediatamente para reducir la inflación. No hay otra solución.
Qué pueden hacer los bancos
Ya que el mundo no es capaz actualmente de cubrir la demanda de muchos productos (la oferta es demasiado baja debido a la falta de productos y a los cuellos de botella de los transportes generados por la pandemia), los bancos centrales tienen la opción de reducir la demanda. En teoría, reduciendo la demanda la actual oferta podría cubrirla, solucionando así el problema.
Para ello, los bancos centrales puedes subir los tipos de interés (el interés con el cual la gente pide dinero prestado). Si se suben los intereses, menos personas pedirán un crédito para comprar productos y servicios y la demanda bajará.
Sin embargo, subir los tipos de interés también tiene otras consecuencias, como un fenómeno de disminución de la riqueza. Cuando los intereses suben, las acciones en la bolsa bajan (los futuros flujos de caja de una empresa tienen menos valor cuando los tipos de interés son elevados) y normalmente también baja el mercado inmobiliario. Eso es porque cuando las personas se sienten más pobres están menos dispuestas a compra una casa, adquirir un producto o consumir en general.
Las consecuencias en la tasa de desempleo
Otra consecuencia de subir los tipos de interés es un incremento en la tasa de desempleo. Cuando la demanda baja, menos productos son fabricados y por tanto menos personal hace falta para producirlos. El número de puestos de trabajo disminuye, y con menos personas trabajando el consumo también disminuye.
A pesar de que estamos al borde de una recesión, la tasa de desempleo es actualmente baja en las economías principales:
Desempleo en los Estados Unidos: 3.7%
Desempleo en el Reino Unido: 3.8%
Desempleo en Alemania: 5.5%
Esto muestra que las empresas no están despidiendo trabajadores, pero sucederá inevitablemente cuando la demanda baje.
Cuando los bancos centrales suben los tipos de interés para reducir demanda, menos empleados son necesarios para producir un número menor de productos. Por tanto, un incremento de los tipos de interés suele estar acompañado por una subida de la tasa de desempleo. Y eso es uno de los principales impulsores de una recesión económica.
Conclusión
Los bancos centrales deben actuar con presteza para reducir la alta inflación mundial producida por una combinación de disrupción de las cadenas logísticas y la política de imprimir dinero adoptada por muchos países.
La única manera que los bancos centrales pueden hacer algo al respecto es subiendo los tipos de interés.
Una subida de los tipos de interés conduce a una bajada de la demanda y a una subida de la tasa de desempleo.
Este escenario conducirá a una recesión económica en los Estados Unidos, Reino Unido y en Europa.
A pesar de que los bancos centrales deben tomar acciones que nos llevarán a una recesión, es muy posible que sea la única manera de evitar que esta alta inflación se quede incrustada en la economía. Necesitamos una recesión económica.