Si sientes que invertir es como apostar, lo estás haciendo mal
Invertir no se trata de tener suerte, se trata de saber lo que estás comprando
Mucha gente invierte en bolsa sin haber hecho previamente los deberes. Compran acciones de una empresa esperando que solo vayan hacia arriba —y rápido.
Sin embargo, ¿qué sucede cuando las acciones se desploman repentinamente en vez de subir como esperábamos? La gente empieza a pensar que han cometido un error, que han perdido dinero y no entienden por qué. Es como ir al casino a apostar, donde el resultado solo depende de la suerte que se tenga.
De hecho, esas personas están en lo cierto. Normalmente pierden dinero porque no saben qué están haciendo. Cuando alguien no sabe qué está haciendo, invertir en la bolsa es como apostar en el casino. Comprar acciones de empresas que no entendemos conlleva un riesgo enorme de pérdida permanente de nuestro capital —es como jugar a la ruleta.
Por qué no debería ser como apostar
La bolsa no es una sala de juegos. La bolsa es el lugar donde uno compra pequeñas partes de una empresa.
Cuando la gente compra acciones de una empresa se olvidan de que el resultado de su inversión no depende de lo que haga el precio de las acciones en un año o dos. Esta visión es totalmente equivocada y es el motivo de por qué invertir nos hace sentir como si estuviéramos apostando cuando las acciones no van hacia arriba.
Nuestros resultados de inversión dependen exclusivamente del comportamiento de la empresa. Si la empresa va bien, sus acciones van a reflejarlo tarde o temprano.
Por ello, si sabemos que la empresa va viento en popa, ¿por qué deberíamos preocuparnos cuando hay una caída en sus acciones? No deberíamos, porque esto no es un casino.
Conocer lo que compras
Cuando se tiene una fuerte convicción sobre una empresa en la que hemos invertido, respaldada por hechos, números y evidencias, no sentiremos como si estuviéramos apostando si las acciones bajan.
Digamos que tienes acciones de una gran empresa como Microsoft. Entiendes la empresa a fondo, conoces cuan eficiente es en la generación y administración de capital, y sabes también que poseen un fuerte moat (ventaja competitiva duradera): Microsoft Office.
Microsoft Office es un poderoso moat porque no puede ser desbancado. Es imposible que venga otra empresa a corto plazo y desarrolle una suite como la de Office para competir con Microsoft. Actualmente es un monopolio, y lo seguirá siendo por lo menos 10 años más, como mínimo.
¿Por qué es el Office un moat tan poderoso? Porque todas las multinacionales (y las empresas pequeñas también) lo utilizan, más específicamente el Excel, Word y Power Point. Para una gran empresa los costes y desventajas de cambiar su sistema informático y su suit de Office son demasiado altos (tampoco hay un claro competidor de Microsoft que ofreza unos productos del mismo nivel).
Si conoces en profundidad las fortalezas de una empresa y puedes prever su futuro (basado en evidencias y números), no sentirás que estás apostando cuando el mercado caiga.
Qué hacer antes de invertir en una empresa
Antes de poner dinero en ninguna empresa deberías asegurarte de que entiendes a la perfección dicha empresa. ¿Qué quiere decir esto?
Entender una empresa significa entender su modelo de negocio, sus finanzas, su equipo directivo y sus competidores. De esa manera, se puede pronosticar el futuro de la empresa con un alto grado de precisión. Así, invertir no nos hará sentir como si estuviéramos apostando.
Finalmente, no debes pagar de más por una empresa, incluso si es una empresa maravillosa uno puede acabar pagando de más. Debes calcular el valor intrínseco (el valor real y no el precio por el que cotiza en bolsa) de la empresa y solo invertir cuando su precio es menor que ese valor. Recuerda que, a fin de cuentas, invertir es comprar un euro por menos de un euro.
En el gráfico de arriba podemos ver que no siempre el precio en bolsa (línea verde) caza con el valor intrínseco (línea naranja).
La clave es comprar cuando la empresa se vende por debajo de su valor intrínseco.